Tengo veintiocho años, algunos dirían que ya tengo un pie en el veintinueve, y no recuerdo un momento de mi vida en el que no hubiera libros. He tenido épocas que he leído menos, otras en las que quinientas páginas a penas me duraban dos días, pero siempre he tenido la buena manía de leer un ratito todos los días. O, al menos, lo he procurado.
A veces, la vida no nos da la opción de hacer lo que nos da la real gana: hay demasiadas obligaciones y veinticuatro horas no son suficientes en el día. Pero cuando encontramos el momento. ¡Qué gloria, por favor!
Hoy, por ser el día de la mujer, me voy a tomar la libertad de recomendar cinco libros en las que su protagonista femenino es una SUPERWOMAN. Lo escribo en mayúscula porque es así. La sociedad ha cambiado, gracias al cielo, y la literatura también lo ha hecho. Hay de todo, y todo lo que se escribe no es la realidad, pero todas las mujeres protagonistas de estos libros, aunque aparenten ser tímidas y sumisas, son TÍAS CON UN PAR.
Lamento la expresión. No había otra más ¿fina? Creo que es la única expresión que define al dedillo lo que quiero transmitir.
Bueno, voy al lío.
El orden es aleatorio. Una novela tiene que ir la primera y otra la última, pero eso no significa que la primera sea mejor que la última ni que sea mi favorita ni nada por el estilo.
TODAS SON HISTORIAS MARAVILLOSAS.
Si pincháis en el título de las novelas os lleva a la página de Amazon donde las podéis adquirir y, si lo hacéis en la foto, vais derechitos al perfil de Instagram del autor.
En primer lugar tenemos a Patricia Duró y su novela Sin saber lo que sentir. Sara, su protagonista, es maravillosa. Sin paños calientes os digo que esta historia os va a reventar el cerebro. Es una trilogía, por si a alguien le interesa.
A continuación está Irene Cuevas (conocida bajo el seudónimo de Ailina Shebelle) y su novela El pasado que nos une. ¡Qué decir de Mandy! Sin duda su calificativo es valiente. No se me ocurre otro. Mandy es valiente y es el ejemplo de que, ante la adversidad, la única salida es ir hacia adelante. Es la primera novela de una serie de cuatro, por lo que se pueden leer de forma independiente.
En tercer lugar tenemos a Alba Cayuelas y su novela Las reglas del traidor. A ver, Roz es... es la hostia. Ella lo ve todo más claro que el agua. Si tiene un objetivo, va a por él a muerte. Vamos, que es más fácil arrancarle la cabeza que sacarle la idea de ella. ¿Cómo la describiría? Bueno, pues aquí no me puedo quedar con una palabra, así que van a ser dos: leal y justa. Y, una cosa, si la justicia no funciona, la venganza es una gran opción.
La penúltima novela pertenece a Antonio Jesús Martínez García y se titula Por ti. Aquí voy a hacer una excepción porque soy un ser humano que no puede elegir. Lo siento, pido disculpas, no pienso cambiar. Bueno, en primer lugar tenemos a Andrea, la protagonista, que es más humana que tú y yo y que tiene una gran virtud: especialista en cometer errores para aprender de ellos. Le gusta lanzarse a la piscina sin saber si hay agua y yo la adoro por eso. Y luego está África, que me ha roba el corazón y muchas carcajadas. África es amiga de Andrea, no tiene pelos en la lengua y es un terremoto/tsunami que, simplemente, te roba el corazón, te achucha cuando lo necesitas y te dice cuatro verdades sin florituras. Por si alguien quiere saberlo, es la primera novela de la tetralogía.
Y la última, pero no menos importante, es No me compliques la vida, cuya autora soy yo. Daniela es impredecible. Sin duda ese es su calificativo. Es una chica con las ideas claras, demasiado cabezona y terca como una mula. No sabe lo que quiere, pero sí lo que no quiere. Le gustan las rutinas, la tranquilidad y no está dispuesta a que le compliquen la vida, aunque luego va ella, pisa el acelerador y... Tendréis que leer su historia para saber de lo que hablo.
Esto es todo, amigos.
Con cariño,
Marina.